Adiós Anna ... hola Mariclones

Una vez más abandoné mis memorias, lo sé. Mea culpa, mea culpa, méame. Pero quiero que sepan esto: cuando Bambi deja de escribir es porque algo muy importante está pasando en su vida.

He vivido unos días muy intensos, en primer lugar porque casi todo este mes he estado en los pre-funerales de mi super difunta amiga, Anna Nicole Smith. Todos saben que éramos íntimas, casi inseparables (bueno, le dejé de hablar cuando estuvo gorda pero tan pronto recuperó su cuer-power volvimos a ser tan amiguísimas como antes). Me encontraba yo divertidísima haciendo un trío muy perverso y peligroso con dos delincuentes juveniles de Tepito cuando en la TV vi que los silicones de Anna habían pasado a mejor vida. No dudé en despedir rápidamente a mis invitados, a manera de disculpas les doné mi televisor de plasma y ellos tiernamente me correspondieron regalándome sus estupefacientes de arrabal. Empaqué tan pronto como pude y tomé un jet a las Bahamas.

La verdad es que toda la experiencia fue para morirse (con el perdón de Anna). Primero nos prohibieron ver el cadáver, luego tuvimos que presenciar unos pleitos legales que ni cuando viva, la pobre; y encima la prensa no nos dejaba en paz. Para despejar la mente, decidí ir a la playa usando un bikini negro, OBVIO, recordemos que estaba de luto. Si en México uno puedo conseguir estimulantes y psicotrópicos, en Bahamas la cosa se pone mejor. Mi favorito fue un coco relleno de Vodka, curazao, licor de naranjas y LSD, que cosa, ahora ya sé porque la gente de allá es taaan colorida. Al cabo de tres semanas, tanto paraíso llega a hartar así que cuando la Güera Moreno me llamó para invitarme a la presentación del disco Mariclones, me pareció una idea fabulosa. Total, los funerales de Anna no estaban resultando tan divertidos como me los había imaginado y una chica como yo, no puede perder el tiempo en pompas fúnebres….

Besitos de Champagne;

Bambi D.